Una tarde llena de agradecimiento y alegría fue la vivida el viernes 21 de septiembre, día en el que el Padre Jaime Roberto Nawrath Ríos, Párroco de la Comunidad Nuestra Señora de las Merced de Chillán, celebró sus 50 años de ordenación sacerdotal
Cincuenta años de vida sacerdotal se han convertido en la oportunidad para que el corazón manifieste su gratitud. Hoy celebramos la fidelidad al compromiso que el Padre JAIME hizo un día (21.09. 1968) con el Señor, un profundo misterio.
A la Iglesia concurrieron todos quienes lo quieren y admiran, sacerdotes, agentes pastorales amigos y feligreses de las diferentes comunidades etc., para celebrar junto a él tan esperado día.
Se inició esta celebración con una preciosa Eucaristía que fue presidida por el Padre Jaime, y concelebrada por el Padre Ricardo Morales Galindo, Provincial de la Orden Mercedaria y Administrador Apostólico de la Diócesis de Puerto Montt, junto a muchos hermanos sacerdotes de las diferentes comunidades mercedarias de nuestro país, que de una u otra manera, han sido parte de la historia de vida del padre Jaime y que quisieron estar presentes ese día, junto a diáconos y acólitos de la comunidad.
En la homilía el Padre Jaime tomó la palabra y relató la historia de su vida como sacerdote con una serie de anécdotas desde que se inició en el magisterio hasta hoy, agradeciendo en forma sincera y profunda a Dios por todos estos años de magisterio. Aprovechó de agradecer muy especialmente y recordar a los primeros sacerdotes que lo guiaron en el inicio de su seminario en los años de formación, quienes dejaron huellas imborrables.
También agradeció a Dios, por el apoyo incondicional de su Familia y acompañamiento en este hermoso caminar junto al Señor, a los laicos de las diferentes comunidades, en las cuales ha ejercido su ministerio y trabajo pastoral.
Antes de terminar esta HERMOSA Y EMOTIVA ceremonia, el Padre Ricardo Morales, Provincial Mercedario, reconoció y agradeció al Padre Jaime su trabajo y compromiso para con la iglesia, a través de estos 50 años al servicio del Señor y del prójimo.
Da gracias a Dios, por el Servicio y testimonio en su trabajo Pastoral en las diferentes tareas en la cual se ha desempeñado destacando su compromiso, entrega y gran vocación Evangelizadora.
La invitación es seguir en oración, por nuestros sacerdotes y las vocaciones Sacerdotales Mercedarias.
Fuente: Alejandro Oyarzún.
