Este llamado redentor está más vigente que nunca. “Surgen hoy en las sociedades humanas nuevas formas de esclavitud social, política y sicológica, que derivan en última instancia del pecado y que resultan para la fe de los cristianos tan perniciosa como la esclavitud y cautividad de otros tiempos. Por eso, la Orden de la Merced se compromete a testimoniar la misma buena nueva de amor y redención que ha hecho presente desde el comienzo de su historia” (COM3)
“Impulsado por el amor de Cristo, inspirado por la Virgen María y respondiendo a las necesidades de la Iglesia, el 10 de agosto de 1218, San Pedro Nolasco fundó en Barcelona la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos, con la participación del rey Jaime I de Aragón y ante el obispo de la ciudad, Berenguer de Palou.
Por la confirmación del Papa Gregorio IX, el 17 de enero de 1235, la Iglesia testificó la acción del espíritu Santo en la fundación de la Orden; la ratificó en la práctica de la regla de san Agustín; le dio carácter universal incorporándola plenamente a su vida y sancionó su obra como misión en el pueblo de Dios” (COM 2). Para profundizar en la historia de la Orden de la Merced, compartimos el siguiente documento
La Orden de la Merced se estructura en base a nueve provincias que son: Aragón, Castilla, Perú, Chile, Argentina, Romana, Quito-Ecuador, México y Brasil.
La Orden, además, se organiza con cuatro Vicarías, que son: Venezuela, Centroamérica, Caribe y Estados Unidos y delegaciones en Mozambique, Camerún, Angola, Colombia, Bolivia, Honduras e India.