Santiago, 27 de octubre de 2019
Estimados hermanos y hermanas:
Vaya para ustedes un fraternal saludo en Cristo Redentor, “…maestro y modelo que con su muerte nos ha liberado de toda esclavitud…” (COM 6). Les escribo estas letras al iniciar de esta semana de actividades y en muchos casos reiniciar después de una semana intensa. ¡Han sido días duros!.., me imagino que para cada uno de nosotros no ha sido fácil; el temor y la incertidumbre que nos paralizan han sido nuestros compañeros por estos días en nuestro país.
En la medida de lo posible tenemos que reiniciar nuestras actividades habituales tanto en nuestras comunidades educativas y parroquiales y tendremos que estar atentos al desarrollo de la situación en cada una de nuestras ciudades. Está de más mencionar que es fundamental evaluar diariamente si existen las garantías de seguridad para nuestros alumnos y para el personal de nuestros colegios. Muchos de los establecimientos están en el centro de nuestras ciudades, lugar de desarrollo de las diversas manifestaciones legítimas y que, en su inmensa mayoría son de manera pacifica, pero que lamentablemente son empañadas por desordenes y violencia, que condenamos enérgicamente.
La primera invitación que se nos hace como cristianos desde esta realidad es rezar y a orar desde esta situación. Por ello se puede organizar junto a nuestras comunidades distintos momentos significativos, por ejemplo: celebración de una Eucaristía por la paz, generar espacios de oración comunitaria (rosario, adoración eucarística, etc. ). Confiemos en Dios y en María nuestra Madre que se apacigüen los ánimos, que impere el diálogo y el respeto para buscar soluciones a esta crisis. Desde nuestra fe podemos hacer un significativo aporte a esta situación.
Como se ha escuchado por estos días, “después de cada crisis se abre una gran oportunidad”. Sería interesante que en esta semana podamos crear espacios en nuestras comunidades educativas y parroquiales, donde podamos escucharnos y reflexionar sobre la situación social que vive nuestro país. Para ellos estamos enviando un material que se elaboró en el Colegio San Pedro Nolasco de Santiago y que perfectamente se podría ocupar en otros establecimientos, también ponemos a disposición una pauta para una reflexión comunitaria elaborada por la Conferencia Episcopal de Chile la que han denominado “Sin Justicia No hay Paz”. Una reflexión que ilumina el tiempo presente y nos permite preguntarnos personal y comunitariamente sobre el aporte que cada uno puede entregar en la construcción de una sociedad más justa.
Aprovecho la ocasión para informales que, frente al incierto escenario social, días atrás se tomó la decisión de suspender la Jornada Nacional de la Pastoral Juvenil Mercedaria, programada para el próximo fin de semana en nuestra casa de ejercicios de Rapel. Una vez que se normalice la situación, la Coordinación Nacional se reunirá para analizar las posibles alternativas.
La Curia Provincial estará abierta, su horario se evaluará en cada jornada, a partir de lo que este ocurriendo en el centro de Santiago.
Finalmente, con mucha humildad elevemos una plegaria al Dios de la historia y a María nuestra Madre de la Merced para que bendigan nuestra patria y todos los esfuerzos por hacer un país más justo.
Con afecto.
Fray Mario Salas Becerra
Superior Provincial
