Este lunes la comunidad educativa se reunió en la seguridad de que cuando nos unimos en la oración para alabar o pedir a Dios, Él nos escucha y nos da fuerza para la vida. Como comunidad mercedaria, oramos por nuestro país, reconociendo que tenemos mucho que mejorar y mucho que hacer para ser un país fraterno y justo. En nuestro Chile, en esta tierra diversa, acogedora, verde y tremendamente fértil, el Señor nos invita a ser acogedores, inclusivos, solidarios y orantes, para que su Palabra penetre en nuestros corazones y nos haga renacer a una Vida Nueva.
El padre Pedro Juan Díaz guió la oración con la lectura del Evangelio de san Lucas 8, 4-11. La Parábola del sembrador. Posteriormente se invitó a presentar los trabajos que se realixó en el patio y que fue presentado como ofrenda. Al finalizar el momento de oración se invitó a hacer un compromiso de cultivar en nosotros los valores necesarios para vivir en unidad, solidaridad y fraternidad en nuestro país.