Saludo del Maestro General de la Orden de la Merced en la fiesta de Cristo Redentor
Provincia Mercedaria
de Chile

Saludo del Maestro General de la Orden de la Merced en la fiesta de Cristo Redentor

Jueves 09 de Julio, 2020

 


Con Cristo Redentor, María de la Merced y san Pedro Nolasco en fraternidad y servicio.

¡Felicidades en este día del Santísimo Redentor, Maestro y modelo de los mercedarios!

Familia mercedaria:

Con gran alegría saludo a todos ustedes en esta fiesta por el cual celebramos la libertad de los hijos e hijas de Dios en el nombre del Santísimo Redentor, columna y base de nuestra fe y fundamento de nuestra acción carismática que está esparcida como semillas del Verbo en todos los lugares donde nos encontramos en permanente anuncio del evangelio.

En esta ocasión, elevando la plegaria matutina a Dios, resuena en mi interior las antífonas de los salmos del Oficio de Lectura que nos hace pensar cómo el -Señor hizo maravillas y envío la redención a su pueblo- (cf. Sal 135), de tal modo que -libró al afligido que clamaba y salvó la vida de los pobres- (cf. Sal 71) siendo Él mismo, -refugio del oprimido, para que la humanidad tenga la confianza y conozca su nombre- (cf. Sal 9). Así pues, reflexionamos, meditamos e integramos la grandeza de Cristo Redentor entre nosotros, a quien le damos gracias por su infinita misericordia, porque el liberó a los cautivos y nos sigue guiando con mano potente entre los arduos caminos de la redención.

Como discípulos del Señor y herederos del carisma de san Pedro Nolasco, sabemos que al ver y sentir el sufrimiento de los cautivos estamos llamados a ser reflejos del Salvador en estos tiempos apremiantes que nos ha tocado vivir. De mi parte quiero agradecer a todos ustedes por las diversas iniciativas, propuestas y proyectos liberadores afrontando la cruda realidad en la cual nos ha envuelto el enemigo invisible llamado “coronavirus”. Gracias por la fe vivida, por la fidelidad creativa y la perseverancia demostrada en hechos concretos sea a nivel comunitario y en bien de la sociedad y del entorno donde son Merced de Dios. Que el ejemplo del Hijo de Dios y el lenguaje profético de nuestra Madre, María de la Merced, nos interpele siempre para ir al encuentro de los que más sufren en estos tiempos nuevos, donde muchas veces el temor, miedo y preocupación de ser infectado no ayuda a desplazarnos para la misión eclesial. Superemos las diversas crisis para ser redimidos y redentores en camino de misión. Así pues, estamos llamados a vivir esa experiencia de Dios entre los mas necesitados donde los vocablos Visitar y Liberar son prioritarios en nuestro camino evangelizador.

Me uno a través de estas líneas a la oración por los enfermos, aún más por los que han partido de este mundo a la presencia del Señor, pero también quiero agradecer a Dios por quienes continúan celebrando su llamado y entrega a Dios al decir ¡Sí ¡en la vida de la Orden y de la Iglesia. Gracias a los jóvenes que se encuentran en las casas de formación aprendiendo más de Jesús y su evangelio de libertad, gracias a los formadores y a los equipos de promoción vocacional por las Campañas, audios, videos y otros materiales que vienen difundiendo para ser mercedarios, todo ello nos ayuda también a los consagrados porque renovamos nuestro compromiso a través de los consejos evangélicos y nuestro Cuarto Voto para Dios.

Siempre agradezco la vida de los misioneros, por su oración, entrega y dedicación al servicio y ministerios eclesiales, continúen así, llenos de Dios y de esperanza renovada. A los superiores de las comunidades locales, les agradezco la animación cotidiana al servicio de la fraternidad, no desmayen en sus buenos actos, sean siempre signos de alegría e incansables hermanos en la solidaridad.

A los Superiores provinciales, les agradezco una vez más la confianza y la disponibilidad de siempre para dialogar, coordinar y hacer las consultas respectivas en bien de cada uno de sus religiosos, de sus obras pastorales y de sus inquietudes administrativas. Debo reconocer que la fuerza del Espíritu está con ustedes y que el Dios de la Vida los gratifique por su buena voluntad de ser gestos de caridad en el ejercicio de la autoridad. De la misma manera dirijo mi alabanza por los párrocos y rectores de santuarios que a través de su presencia y de los medios digitales continúan fortaleciendo la fe de nuestro pueblo en estos tiempos apremiantes. A quienes interactúan en la educación redentora, sé que están haciendo milagros por aprender, integrar y difundir La Merced por medio de la virtualidad, enseñando valores y construyendo un mundo mejor donde los alumnos, padres de familia y educadores van configurando una educación liberadora que promociona la dignidad de la persona humana.

Continuando con los saludos, no puedo olvidarme de las Monjas de clausura que se configuran con Cristo Redentor, a ellas les manifiesto mi cercanía a través de la oración y contemplación del misterio divino, gracias por su coraje en la vida consagrada. A las religiosas mercedarias de vida activa que integran el ramillete de flores de nuestra Orden, gracias por el servicio y apostolado misionero que desarrollan en cada rincón de nuestro planeta. Debo decir, gracias por apoyar a muchos frailes y por las misiones compartidas que son fruto de una constante coordinación y ejemplo de unidad mercedaria. A los laicos en general va mi abrazo fraterno, saben bien que con ustedes dinamizamos nuestra consagración, comunión y misión a través de las obras redentoras ¡Dios los cuide y bendiga siempre!

Quizás me pueda olvidar de algunos estamentos de la familia mercedaria, pero quiero incluir en mi oración a todos los familiares de los religiosos que siempre están pendientes de nosotros, a ellos les remito mi oración y que la paz del Señor esté en cada uno de sus hogares donde reine la salvación.

Que la fiesta del Santísimo Redentor genere en nosotros un espíritu de renovación y conversión eclesial para superar las diversas crisis que vivimos en el acontecer de este siglo que nos está probando en nuestra fidelidad, creatividad y misionalidad en favor de los más pobres y necesitados, los cautivos de hoy.

Gracias a todos por recepcionar, escuchar, vivir y difundir los audios del programa “El minuto con María de la Merced” que desea ser un vínculo y cercanía con ustedes para crecer más en la espiritualidad mariana de nuestra Orden.

¡Muchas bendiciones para todos!

Huacho, 9 de julio de 2020, a los 801 Años de la fundación de la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced.

Fray Juan Carlos Saavedra Lucho

Maestro General de la Orden de la Merced

   Documentos:



Provincia Mercedaria de Chile
Curia Provincial
Dirección: Mac - Iver #341, Santiago Centro
Teléfonos: 2639 5684 / 2632 4132