Familia mercedaria:
Bendiciones en este día de acción de gracias por todo el acontecer en nuestra querida y amada Orden de la Merced al celebrar el día en que el Papa Gregorio IX emitió en Perugia, Italia, la bula “Devotionis vestrae”, por el cual se confirmó por la Santa Sede su carisma, presencia y misión redentora en la Iglesia.
Después de casi un año confinado en mi patria, por los motivos de la cuarentena y restricciones de viajes internacionales frente a la enfermedad del Covid 19, dejando con tristeza y esperanza a mi madre, familiares, religiosos de mi Provincia y amigos, aun más, superados algunos impases de embarque aéreo, por el cual pude viajar en un vuelo humanitario, he llegado a tierras romanas con júbilo y gozo de reencontrarme con mis hermanos en la Curia general.
A través de estas líneas, quiero expresar mi agradecimiento a todos los religiosos, monjas, religiosas y laicos que continuamente ofrecieron su oración por mi salud e intenciones; de manera especial, elevo mi súplica al Señor por los Superiores Provinciales quienes a través de los espacios virtuales fueron comunicando sus proyectos, servicios y acciones pastorales durante este tiempo que nos ha tocado vivir. Cómo no decirles y gritar en voz alta ¡gracias hermanos y hermanas en Cristo Redentor por todo el bien que han hecho y siguen realizando en esta época de pandemia!
Sabemos que el virus y las nuevas cepas o mutaciones de lo que enfrentamos nos coloca en escenarios de alto riego; por ello, todos somos vulnerables, sin embargo, veo que hay muchos mercedarios y mercedarias que continúan siendo ofertorios de libertad en los nuevos aerópagos de la evangelización. De hecho, el coronavirus sigue asolando el mundo entero y me uno a sus preocupaciones, por ello, como Gobierno general, los acompañamos con nuestra vida eucarístico-fraterna en cada momento de tribulación, desolación y desesperanza, porque apostamos por la vida de todos ustedes. No tengan duda de seguir realizando sus consultas, los problemas se resuelven a cada paso con un poco de paciencia y tranquilidad, pero, nunca olviden que desde el lugar donde nos encontramos seguimos ofreciéndoles nuestra amistad, servicio, alabanza y toma de decisiones para que sigan llevando adelante sus acciones carismáticas por los más necesitados.
En este tiempo festivo, con espíritu de reminiscencia, estuve releyendo el Boletín de la Orden correspondiente al año del Centenario 1918, por el cual, entre los meses de enero y febrero, en su numeral 1-2, se publicó el artículo escrito por el P. Fr. Ramón Serratosa, quien en la sección “Estudios históricos” hacía alusión al tema titulado: “Año fijo y Bula única de confirmación de la Orden de la Merced”, hermosas páginas (293-310) que nos ayudan a la relectura y recuerdo del acontecer y vida de nuestra institución. Sin lugar a dudas, son frases y pensamientos que jamás un religioso o formador puede olvidar para enseñar a los jóvenes en las diversas casas de formación.
Bien es cierto, que ¡no sólo vivimos del pasado, porque ya fue!; pero, el presente nos interpela a revisar nuestras páginas de la historia hecha Merced ¡para vivir el hoy que ya es!; de esta manera, ¡podemos pensar en el mañana, que ya será!, marcando el futuro que nos conduce a fuentes inagotables para enfrentar los caminos de la redención. Por todo ello, los animo a sentir, querer y amar a nuestra Orden, promoviendo las vocaciones religiosas y sacerdotales, enseñando sus gracias y entusiasmando a las nuevas generaciones a seguir difundiendo el evangelio de la libertad por amor a los cautivos.
¡Alegrémonos en este día de fiesta! celebren con entusiasmo la eucaristía, compartan un momento de fraternidad guardando las distancias y evitando que los contagios no afecten nuestra vida común. Seamos sensibles al clamor de los pobres, hoy más que nunca hay muchos, en diversas áreas geográficas y espacios. Vayamos al encuentro de los demás, con protocolos de sanidad, con los cuidados respectivos, con todo lo que significa cuidar, guiar, escuchar, acompañar y valorar la dignidad de la persona humana.
Agradezco de corazón a todos los que hicieron llegar los saludos de Navidad y Año Nuevo durante estos tiempos, al abrir las puertas de la oficina encontré muchas publicaciones de las diversas Provincias: traducción de las Constituciones en portugués, Estatutos provinciales, el Ordo Litúrgico 2020-2021, libros, revistas periódicas, boletines, directorios, Almanaques, calendarios de mesa y de bolsillo, agendas, documentos administrativos y ediciones varias que demuestran horas de trabajo, sea en la investigación, reflexión, recopilación, edición y publicación. En verdad, gracias por estos regalos, por lo cual, estoy convencido que pasaré muchas horas para leer cada uno de ellos.
Llegado el tiempo de Adviento-Navidad-Epifanía, enviaron múltiples tarjetas festivas, todas han decorado nuestro árbol de Navidad y son hermosas porque están llenas de pensamientos que incluyen su fraternidad, cariño y emoción redentora ¡Muchas gracias por sus expresiones escritas con signos de la Misericordia de Dios!
Así es hermanos, aunque no lo crean ya extrañaba esta geografía curial, lugar y espacio teológico, fraterno y amical donde el equipo de gobierno compartimos la vida de la Orden a través de cada uno de ustedes. Las noticias del mundo a veces nos desalientan, pero las comunicaciones de ustedes nos animan para seguir sirviendo en las tareas encomendadas, como por ejemplo, felicitamos a la Provincia de Brasil, a los capitulares y al nuevo equipo de gobierno provincial por llevar adelante el desarrollo de dicha asamblea fraterno-redentora, durante estos primeros días del año que hemos iniciado.
Hasta este punto, elevo mi oración por los religiosos, religiosas, miembros de las Fraternidades laicales, parientes y benefactores difuntos quienes han pasado de este mundo a la presencia del Señor. Dios los tenga en su santa gloria en su reposo eterno.
Familia hecha Merced: que el Señor los cuide siempre, manténganse unidos, sean solidarios y busquen la compasión, la frescura y la ternura de Dios. Que san Pedro Nolasco y nuestra Madre de la Merced sean siempre las fuentes de su inspiración para seguir las huellas de Jesús en el camino redentor.
¡Feliz día de la Confirmación!
Roma, 17 de enero del 2021, a los 802 Años de la fundación de la Orden de la Bienaventurada Virgen María de la Merced.
Fray Juan CArlos Saavedra Lucho O. de M.
Maestro General
