Santiago, 05 de marzo de 2021
Estimados hermanos (as):
En primer lugar, vaya para todos, un fraternal saludo. Les escribo esta comunicación en estos días en que iniciamos nuestras actividades pastorales y pedagógicas en nuestra Provincia Mercedaria de Chile. Espero que todos, en la medida de nuestras posibilidades, hayan podido descansar para volver a retomar con energía nuestros trabajos y responsabilidades.
Hace pocos días atrás hemos iniciado un nuevo ciclo litúrgico como es la Cuaresma, tiempo privilegiado para volver a reencontrarnos con Jesús nuestro Maestro y Modelo, y como lo señalan nuestras constituciones: “Los mercedarios tenemos como maestro y modelo a Cristo Redentor, que con su muerte nos ha liberado de toda esclavitud y estamos dispuestos a seguirlo sacrificando hasta la propia vida en el ejercicio del ministerio redentor” (COM. 6). Toda nuestra labor apostólica ha de fundarse en ese encuentro personal y comunitario con quien nos ha llamado. Es un hermoso tiempo para volver a reconciliarnos con Dios y con los demás; en ese sentido les invito a que vivamos intensamente este tiempo que nos preparará para vivir el misterio de la Pascua, donde se renovará como cada año nuestra misión y servicio como comunidades mercedarias.
Aprovecho estas letras para agradecer todos los esfuerzos desplegados el pasado año 2020 en cada una de nuestras obras. He tenido la oportunidad en más de alguna ocasión de agradecer personalmente o en comunicaciones esa entrega mercedaria. Estoy seguro de que la planificación proyectada por parte de ustedes para este año 2021, ha de estar al servicio de nuestras comunidades de manera: gradual, flexible y, sobre todo segura. Entendemos que toda planificación ha de tener las características antes mencionadas, cuidando la salud y el bienestar de todos los miembros de la comunidad.
Gracias a Dios y a las buenas gestiones de nuestras autoridades, semanas atrás ya hemos empezado el proceso de vacunación en nuestro país, muchos de ustedes ya estarán vacunados me imagino, este proceso nos llena de esperanza para volver a retomar en la medida de nuestras posibilidades nuestras actividades habituales, ya sea en nuestros colegios, parroquias y residencias.
A finales de enero, se les hizo a llegar el Cronograma de Nuestra Provincia, si aún no lo tienen se puede bajar desde nuestra página web www.mercedarios.cl. En la medida como vaya desarrollándose la evolución de esta pandemia, trataremos de realizar nuestras actividades de manera presencial, y si la situación sanitaria no lo aconseja, entonces volveremos a realizarlas de manera virtual; el año recién pasado se comprobó que puede ser posible.
También, como país, este año 2021 será muy importante; como lo he escuchado en este tiempo a más de alguno: en este año se jugará el “futuro de nuestro país”. Hemos de estar atentos a entregar lo mejor de nosotros, contribuyendo a través de diálogo y el respeto cívico, en buscar lo mejor para nuestro pueblo, especialmente los más vulnerables de nuestra sociedad. Es una hermosa oportunidad que se nos abre para poder colaborar en este proceso. Hagamos vida lo que nos señalan nuestras constituciones, aportando desde la fraternidad, característica propia de nuestra experiencia religiosa. “Dentro del pueblo de Dios e inmersos en la tradición de la vida religiosa, fundamentamos una comunidad de hermanos que habitan unánimes, teniendo una sola alma y un solo corazón orientados hacia Dios”. COM 10
Como ya están al tanto, nuestra preocupación y atención por estos días está en la salud de nuestro hermano Fray Eduardo Mella Droguett, confiamos en Dios y en nuestra Madre de la Merced que saldrá adelante. Contamos con la oración de ustedes y de todas nuestras comunidades. En lo que respecta al P. Edgardo Arriagada Figueroa., puedo señalarles que se encuentra bien, viviendo el proceso normal de su quimioterapia y con los cuidados necesarios para esta situación.
La actual situación de la pandemia nos exige el mayor cuidado para con nosotros y quienes colaboran o trabajan en nuestras comunidades.
Finalmente, quiero desearles el mayor de los éxitos en todos nuestros proyectos personales y comunitarios. Recordando algo fundamental, que cualquier éxito tiene que ver con potenciar un mejor servicio a Dios en primer lugar, testimoniando nuestro amor redentor, lo cual redundará en un servicio óptimo a nuestros hermanos, acompañándolos en sus procesos humanos y espirituales.
Dios bendiga nuestra provincia y que nuestra Madre de la Merced, como buena Madre nos acompañe en este servicio.
Fraternalmente
Fray Mario Salas Becerra O. de M.
Superior Provincial
