Santiago, 01 de marzo de 2022
Estimados hermanos (as)
Al iniciar este año de actividades, vaya para todos ustedes un saludo fraterno, en la espera que hayan tenido la oportunidad de un reconfortante tiempo de descanso. Iniciamos el trabajo de este año, marcados lamentablemente por el conflicto bélico que se esta desarrollando por estos días en Ucrania; las imágenes que diariamente nos llegan de ese país, nos recuerdan los momentos más oscuros de nuestra humanidad. Comparto con ustedes la impotencia que muchos han sentido y las preguntas que todos nos hacemos y que aún no logramos tener respuesta: ¿cómo se llegó a esto?, ¿por qué ha fracasado el diálogo y la diplomacia?, ¿por qué algunos organismos internacionales no han sido más enérgicos?
Como creyentes, hoy nos toca intensificar nuestra oración, tenemos la certeza de que la plegaria es más fuerte que el odio y la violencia, así lo hemos manifestado como Iglesia, desde el papa Francisco y las distintas comunidades eclesiales esparcidas por el mundo entero.
“Toda guerra deja al mundo peor como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad”, con estas palabras el papa Francisco días atrás llamaba la atención a los lideres mundiales.
Aunque estamos muy lejos del conflicto, como comunidad mercedaria elevamos nuestra plegaria por el término de esta guerra y que se reactiven los caminos de diálogo entre los pueblos.
En esta ocasión, quiero escribirles también para recordar que seguimos caminando y es así que este año 2022 viviremos varios hitos y actividades a nivel de Provincia y a nivel de la Orden, lo que sin duda marcará nuestra vida fraterna y pastoral:
En primer lugar, me parece oportuno recordar nuestra primera y fundamental preocupación: “Dios Padre de misericordia, ha visitado y redimido a los hombres ofreciéndoles por Jesucristo el don de su amistad y enriqueciéndolos con la libertad de hijos. De modo semejante ha querido suscitar en la Iglesia hombres y mujeres que, guiados por el espíritu redentor de Jesucristo, visiten y liberen a los cristianos que, por circunstancia adversa a la dignidad de la persona humana, se encuentran en peligro de perder su fe.” COM 1
Es muy iluminador tener muy presente el objetivo central de nuestra Orden, nos permite orientar nuestras energías y la posibilidad de darle un sentido más carismático a toda nuestra labor pastoral: …guiados por el espíritu redentor de Jesucristo, y de la mano de Virgen María, nuestra Madre y verdadera fundadora de nuestra Orden. Nos consagramos y nos ocupamos en visitar y liberar a los cristianos (as) que, por circunstancias adversas a la dignidad de la persona humana, se encuentran en peligro de perder su fe.
Teniendo presente la razón de ser de nuestra comunidad, nos damos cuenta que nuestra misión ha de ir actualizándose permanentemente, es una exigencia que va brotando desde los distintos desafíos que se van presentando en la realidad y el tiempo que nos tocado vivir, tiempos llenos de desafíos y sueños. ¿Qué significa hoy jugársela por la libertad de los cristianos? En sociedades secularizadas como las nuestras, este imperativo, de entregar la vida por los cristianos cautivos, nos desafía desde el corazón de nuestro cuerpo constitucional.
Preocupa sobremanera los planes y las estrategias de diversos grupos ideológicos que pretenden crear sociedades sin Dios, desterrando todo lo religioso a la esfera individual, desconociendo con ello la esencia del Evangelio, que no es otra cosa que hacer vida el Mandamiento del Amor en nuestra realidad concreta.
Una mirada a nuestra realidad, por ejemplo, nos evidencia de manera preocupante que el porcentaje de católicos en nuestro país, sigue en descenso. Es un dato que nos desafía en la forma de como estamos realizando nuestra misión evangelizadora y la forma de encarnar el Evangelio en lo concreto de nuestra vida.
En estos contextos, como miembros de nuestra familia mercedaria, nos corresponde dar testimonio de nuestro ser, no se si antes era más fácil que ahora, lo importante es ver esta realidad de frente y animarnos a continuar la tarea heredada de San Pedro Nolasco y de tantos hermanos (as) que nos han precedido en nuestra Provincia Mercedaria de Chile, con la certeza absoluta que somos solo instrumentos de la gracia: abramos nuestro corazón y dejémonos conducir por ella.
Un segundo desafío urgente, según mi parecer y que va de la mano con las ideas anteriores, es lo que dice relación con la crisis vocacional que estamos viviendo al interior de nuestra Iglesia. Creo que estamos de acuerdo que, para enfrentar esta problemática, no solo tiene que ver con estrategias pastorales; tenemos la convicción que pasa por la forma cómo estamos viviendo nuestra propia vocación y consagración. ¿Cómo hoy vivimos nuestra vocación cristiana?, ¿somos capaces de mostrar la alegría de ser creyentes?, son preguntas que cada uno tendrá que responder y que nos ayudarán a buscar los caminos más adecuados para enfrentar esta situación compleja por la que estamos atravesando.
Lamentablemente los escándalos de abuso sexual han hecho también los suyo en estas materias. Nos conmueve el dolor de las víctimas y nos impulsan para hacer las cosas bien, trabajando por crear ambientes sanos y seguros en nuestra provincia. También hay que decir que nos avergüenza la forma como muchas veces se enfrentaron estos crímenes: rechazamos la indiferencia y silencio por parte de algunos que hasta hoy continua presente en no pocas ocasiones. Nuestra Provincia no está inmune a estos temas, se han dado pasos importantes en enfrentar esta situación con verdad, pidiendo humildemente perdón a victimas concretas. Hoy junto a laicos y religiosos queremos seguir trabajando para generar ambientes donde la prevención sea la característica, potenciando la formación en estos temas a través de nuestra Comisión Provincial de Prevención y Ambientes Sanos, la que está realizando un trabajo muy interesante en estas temáticas, vaya para ellos (as), un agradecimiento. Nada es suficiente en estas materias, tenemos que seguir impulsando este tipo de iniciativas.
Un tercer tema y que me gustaría mencionar en esta comunicación es lo que dice relación a toda la renovación eclesial en la cual estamos empeñados por este tiempo en la Iglesia, este año será muy interesante en el trabajo que se realizará en estas temáticas. Un hito importante será la Asamblea Eclesial 2022, nos sumaremos en la medida de nuestras posibilidades en cada una de las diócesis. Es una enorme oportunidad para seguir reforzando los lazos de colaboración y corresponsabilidad entre todos los miembros de la comunidad eclesial, como Provincia Mercedaria de Chile en estos años se han dado pasos en esta línea y que tenemos que seguir profundizando.
En lo que dice relación a nuestra vida provincial, me gustaría subrayar las siguientes actividades e iniciativas:
1.- Formación en Prevención de Abusos: Una de las primeras actividades de este año que estamos comenzando es el segundo taller de Formación en Prevención de Abusos y Ambientes Sanos Nivel I. Como Provincia desde nuestra Comisión de Prevención, ya podemos entregar esta formación a nuestros religiosos y laicos. Esta segunda formación esta planificada para los días 12 y 26 de marzo. Las comunidades que no se han inscrito, les invito a realizar la inscripción a través de nuestra web. www.mercedarios.cl
2.- Este año 2022 como Orden de la Merced celebraremos en Roma entre los días 30 de abril al 14 de mayo nuestro XVII Capitulo General, con el lema: “La Consagración - Misión mercedaria y los retos de una Iglesia sinodal en la postmodernidad”. Se nos invita a orar por el desarrollo de esta importante encuentro fraterno y la búsqueda de la voluntad de Dios para nuestra Orden de la Merced para los próximos años.
3.- Como lo hemos ido motivando ya hace algún tiempo atrás, este año 2022, conmemoramos los 100 años de la pascua de Mons. Pedro Armengol Valenzuela Poblete, Maestro General y Obispo de Ancud. Este año pretendemos celebrar una serie de iniciativas al interior de nuestra provincia para recordar la memoria de este importante religioso mercedario chileno, redescubriendo el valiosísimo aporte a nuestra Orden de la Merced.
4.- Este año 2022 nos alegraremos con nuestra Delegación Mercedaria de Angola. Celebraremos los 30 años de nuestra presencia mercedaria en tierras africanas. Son 30 años de luces y sombras, como es la vida misma. Surgen en nosotros sentimientos de profundo agradecimiento a Dios y a nuestra Madre de la Merced, que nos ha permitido donarnos como comunidad en un apostolado muy concreto, como es nuestra Misión Mercedaria de Angola. Reafirmo la expresión que una vez escuché y que comparto plenamente. “La misión en Angola nos hace bien”. Nos preocupa y nos ocupa. Para celebrar este acontecimiento carismático, los hermanos en Angola, está organizando una serie de actividades que quieren engalanar este año, queremos hacer memoria agradecida, proyectando los próximos años de servicio y evangelización mercedaria en esas queridas tierras angolanas.
Estimados hermanos, al concluir este pequeño mensaje, no me queda más que desearle a todos un bendecido año 2022, abriendo nuestra mente y corazón para buscar esa Voluntad de Dios y que Él tiene preparado para cada uno de nosotros y para nuestra comunidad.
Fraternalmente.
Fray Mario Salas Becerra O. de M.
Superior Provincial
