Con una solemne Eucaristía, la comunidad Mercedaria de Chillán, celebró los 804 Años de la Orden de la Bienaventurada Virgen María de La Merced.
La ceremonia fue presidida por Monseñor Cristián Contreras Molina, concelebrada por el Padre Fabián Quiroz, cura párroco acompañado por Diáconos de nuestra comunidad.
Fue una celebración que reunió a laicos y agentes pastorales de las capillas que forman la Comunidad Mercedaria de Chillán, que se congregó en esta eucaristía para dar gracias a Dios y a María Santísima de la Merced por un año más de vida, por tantos años de historia mercedaria, ejerciendo el amor misericordioso, en favor de los hijos de Dios privados del sagrado Don de la libertad.
Cabe señalar que, la historia de los mercedarios está arraigada en nuestra patria desde sus inicios, ya que fueron los religiosos pioneros en la evangelización de nuestra nación.
De esta manera la orden de la Merced recuerda a San Pedro Nolasco, un hombre que inspirado por la Virgen da comienzo a esta importante congregación que en sus inicios se dedicó a la redención de cautivos y en la actualidad cumple un rol fundamental en distintos puntos del mundo.
En su Homilía Monseñor Cristián Contreras, acoge y agradece la presencia de los diferentes agentes pastorales y laicos que componen la comunidad Mercedaria de Chillán, da gracias a Dios por un año más de la fundación de la Orden Religiosa.
Citó al Papa Francisco, quien nos recuerda el Carisma Liberador de Cautivos , las nuevas esclavitudes, hoy también existen los cautivos, como siempre, donde nos encontramos, con esclavitudes esas que se disimulan, esas que no se saben, esas que están escondidas, que son tantas, se nos invita, a volver a los orígenes y descubrir a los NUEVOS CAUTIVOS DEL MUNDO DE HOY, discernir hoy donde están esos Cautivos, pedir el Espíritu Santo que nos ilumine, nos insta a salir en su Búsqueda, para acogerlos y contenerlos con Misericordia en su Dolor, señalo.
Finalizó pidiendo por las vocaciones Sacerdotales y religiosas, que haya jóvenes valientes que se entreguen desinteresadamente al servicio del Reino a través del sacerdocio, de la vida misionera y del compromiso laical.
Acogamos esta invitación que nos hace Monseñor de ir en busca de los Cautivos y estar junto a ellos para ayudarlos y enfrentar sus cautividades como lo hizo Pedro Nolasco.
Después de compartir la Solemne Eucaristía, padre Fabián Quiroz, invitó a la comunidad presente a un compartir fraterno.
Fuente: Alejandro Oyarzún, parroquia Nuestra Señora de la Merced
