El Museo Flaminio Ruiz, perteneciente al Colegio San Pedro Nolasco, contiene unas osamentas, específicamente cráneos, provenientes de la comunidad de Rapa Nui, que desde hace décadas se encuentran en nuestro establecimiento educativo; osamentas que también sirvieron para las clases de anatomía y ciencias naturales en el antiguo Colegio San Pedro Nolasco, emplazado en el centro de Santiago.
Sin embargo, la comunidad religiosa de la Merced a nivel de la Provincia de Chile, en persona de su Superior Provincial, el P. Mario Salas, así como el director del museo Flaminio Ruiz, el P. Ramón Villagrán, han decidido la restitución de estas piezas a Rapa Nui, entendiendo que son pertenecientes a una comunidad con su propia historia y cultura, por lo que para ellos tiene un gran valor y significado el que estas piezas puedan volver a ubicarse en su territorio.
Asimismo, este acontecimiento reviste especial importancia, puesto que se trata de piezas que se han vinculado tanto a las historia de los 160 años de evangelización en la isla, así como con la historia de una comunidad educativa a lo largo de los años.
Por lo mismo, esta repatriación se entiende dentro del marco de un proceso, el cual dio inicio el día miércoles 24 de enero con la visita de Mario Tuki, miembro del programa "Ka Haka Hoki Mai Te Mana Tupuna" (Programa de Repatriación Rapa Nui), junto con académicos de la Universidad Católica, el Superior Provincial de la Orden de la Merced en Chile, P. Mario Salas y el director del museo Flaminio Ruiz, P. Ramón Villagrán.
Nicolás Morales, académico de la Universidad Católica que estuvo presente en esta ocasión, como parte de un proyecto Fondart adjudicado en que se involucraba la investigación de piezas Rapa Nui del Museo de la Merced, compartió con nosotros que en dicha investigación identificaron que la Orden poseía en su conservación cráneos Rapa Nui, lo que derivó finalmente en este proceso de repatriación.
En esta ocasión, se realizó una ofrenda en lengua Rapa Nui por parte de quien vino desde la isla, con lo que se inicia el proceso de restitución o repatriación conforme al marco legal y de documentación.
Mario Tuki, miembro del programa de repatriación, afirmó estar agradecido de las voluntades que agilizan este proceso en que “los ancestros regresan a casa después de tantos años fuera”, esperando apoyar para que todos los protocolos culturales se cumplan y así sea un proceso armonioso, “fiel a la creencia de que este proceso tendrá efectos positivos para todos los involucrados”.
Por su parte, el P. Ramón Villagrán, rector del colegio y director de su museo, quiso reconocer que esto es fruto de la buena voluntad de varias personas e instituciones, y es una gran alegría que involucra a toda la comunidad, esperando que estas osamentas que son restituidas a la isla puedan estar y permanecer junto a sus ancestros, sus familiares y su historia.
Se buscarán maneras para involucrar a la comunidad Nolasquina en lo que significa esta repatriación, lo que podría incluir encuentros preparatorios, charlas, conferencias, entre otras posibilidades a realizar durante este año 2024, de forma que resulte de provecho y enriquecimiento cultural para todos.
