Punta Arenas, 4 de abril de 2024 - En una emotiva ceremonia realizada en el Centro Penitenciario de Punta Arenas, se llevó a cabo la bendición y entrega de una nueva imagen de Nuestra Señora de la Merced. Este acto, que representa un hito significativo para la comunidad penitenciaria, es el resultado de la incansable labor de Ada Rodríguez y el Padre Mario Salas, Superior Provincial de la Orden de la Merced en Chile.
Un camino marcado por la fe y la determinación
Desde su infancia, Ada Rodríguez mantuvo una conexión especial con la Virgen María, inspirada por el testimonio de su madre, quien les contaba, a ella y su hermana, de una experiencia única que tuvo con María Santísima estando gravemente enferma por un trombo embolismo pulmonar, luego de la cual experimentó la sanación. Sin embargo, fue una experiencia reciente de Ada con la imagen de Nuestra Señora de la Merced de un museo de Punta Arenas lo que desencadenó un profundo cambio en su vida, gracias a una foto que su hermana, Lina, compartió con ella durante un viaje que realizó a la ciudad.
Ada, quien vive en Antofagasta y enfrenta desafíos de salud debido a enfermedades autoinmunes, experimentó una curación inexplicable mientras contemplaba la imagen de la Virgen. Este evento marcó el comienzo de un viaje espiritual que la llevó a buscar la restauración y ubicación de la imagen en un lugar de culto.
Un acto de misericordia y redención
La imagen de Nuestra Señora de la Merced, que reside en un museo, fue replicada en tres ejemplares gracias a los esfuerzos de Ada Rodríguez y el Padre Mario Salas. Una de estas réplicas fue bendecida y entregada en la Delegación de Angola, otra permanece en la Arquidiócesis de Santiago, y la tercera encuentra ahora su hogar en el Centro Penitenciario de Punta Arenas.
El proceso para llevar a cabo esta ceremonia fue largo y lleno de desafíos, pero el deseo compartido de devolver a Nuestra Señora de la Merced a un lugar de culto, sumado a la dedicación y la fe, fue recompensado el día jueves 4 de abril de 2024 con la culminación de este proyecto.
Un mensaje de esperanza para la comunidad carcelaria
La presencia de Nuestra Señora de la Merced en el Centro Penitenciario de Punta Arenas es un símbolo de esperanza y redención para los reclusos y el personal del centro. La ceremonia ofreció un momento de reflexión y renovación espiritual para todos los presentes, recordándoles que incluso en los momentos más oscuros, la fe y la devoción pueden traer consuelo y transformación.
Un llamado a la evangelización y difusión del mensaje del evangelio
Para Ada Rodríguez, esta bendición y entrega es solo el comienzo de su misión de evangelización y difusión del mensaje del evangelio. Su sueño es que la imagen de Nuestra Señora de la Merced vuelva a estar en un templo, preferiblemente en la Catedral de Punta Arenas, donde pueda ser vista y venerada por muchas más personas.
El acto realizado en el Centro Penitenciario de Punta Arenas es un recordatorio de que la fe y la determinación pueden superar cualquier obstáculo, y que la misericordia y la redención están al alcance de todos aquellos que buscan la luz en medio de la oscuridad.
