Novena a San Pedro Nolasco: Padre Fundador de la Orden de la Merced
Provincia Mercedaria
de Chile

Novena a San Pedro Nolasco: Padre Fundador de la Orden de la Merced

Viernes 26 de Abril, 2024

 
Publicamos la Novena a Nuestro Padre San Pedro Nolasco, que se realiza desde el 27 al 6 de Mayo, en preparación para su fiesta, el día 7 de Mayo

San Pedro Nolasco es el Fundador de la Orden de la Merced. Es, por lo tanto, el “primer hermano”, el “primer Maestro” y el primer fraile mercedario. En su persona y obra se encarna el mensaje redentor y mariano que caracteriza, a lo largo de la historia, a esta benemérita Orden religiosa. 

Le llamamos Patriarca porque a semejanza de Abraham, Pedro Nolasco intuye, por especial inspiración de la Santísima Virgen María, una familia religiosa cuya finalidad es visitar y rescatar a los cautivos cristianos que gemían bajo la dura cautividad de una porción del mundo musulmán de ese entonces. Esta familia está integrada por religiosos, religiosas y laicos mercedarios.

El pueblo cristiano lo proclamó Santo porque vio en él un modelo de los valores evangélicos, especialmente la caridad hacia el prójimo, que lo llevó a imitar tan de cerca a Cristo que se asemejó en la entrega de la propia vida por la libertad del cautivo cristiano. Nos encontramos ante un cristiano que hizo suyas las palabras del Redentor: “Nadie tiene amor más grande que dar la vida por los amigos”.

La Iglesia lo ha presentado como Protector de los moribundos. El Papa Urbano VII autorizó su culto en 1628 y compuso una oración especial en la que se implora la protección del Santo Patriarca en el trance de la muerte. Así como fortaleció la fe vacilante de los cautivos, también como abogado de los moribundos fortalece la fe del cristiano en tan trascendental circunstancia. 

La Orden lo reconoce, además de los títulos precedentes, como Mensajero y fervoroso ejecutor de la voluntad de la Santísima Trinidad que lo eligió como heraldo de liberación y portador de consuelo para el mísero cautivo. Tal designio divino se realizó cuando San Pedro Nolasco fundó la Orden de la Merced en Barcelona el 10 de agosto de 1218.

La obra redentora iniciada por el Santo Fundador estuvo ligada, desde su inspiración misma, a la Madre de Dios que viene a identificarse con el título de la Merced, recordando perennemente la gran misericordia que Dios tuvo con los cautivos. San Pedro Nolasco es llamado Mensajero de María precisamente por realizar la obra redentora como un mandato de la Trinidad manifestado por medio de la Madre del Redentor. 

La novena se celebra como preparación a la Solemnidad de San Pedro Nolasco que es el 6 de mayo, siendo el primer día de la misma el día 27 de abril. 

Esquema de la celebración de la Novena:

 

  1. Oración inicial.

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

2. Salutaciones a la Santísima Trinidad.

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

3. Texto bíblico sugerido para cada día.

4. Reflexión del día.

5. Intención de la novena

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

6. Oración final.

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

DÍA 1.- UN HOMBRE LLAMADO PEDRO NOLASCO

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

 

Textos a elección: Ex 3, 1-7. Lc 4, 16-22.

 

Reflexión

  • La vocación es divina.

Nos disponemos a celebrar la novena en honor de San Pedro Nolasco, Fundador de la Familia Mercedaria. Estamos ante un caso excepcional de la hagiografía cristiana. Un hombre que sobresalió por la eximia caridad que llenó su vida y su obra.

En él contemplamos la fuerza de una vocación, un llamado que Dios le hizo y al que él supo responder con grandeza de alma. Toda verdadera vocación tiene en Dios su fuente de origen, por eso se llama divina. 

Cuando Dios llama a alguien no deja de manifestarle su voluntad. Podemos estar ciertos que a san Pedro Nolasco se lo mostró claramente: Dios lo elegía para algo muy importante. 

No basta que Dios llame. Por parte del ser humano se requiere una actitud de aceptación, de acogida, de obediencia. Nuestro Santo Padre prepara su corazón en la ferviente oración, y sobre todo, en el amor a Dios y al prójimo. Cuántas noches de intensa vigilia, cuántas inquietudes motivaban su búsqueda. 

  • Dios sigue llamando

Dios no deja de llamar, y hoy continúa suscitando vocaciones para el Pueblo de Dios en las distintas familias religiosas. Muchos son invitados al ejercicio del sacerdocio ministerial porque también sienten la imperiosa llamada del Señor. Otros son llamados a santificar su vida laical en los distintos estados o profesiones. Todos aspiran al mismo fin: servir a Dios y a sus hermanos. 

Sin embargo, el mismo Jesús nos invita a pedir que el Padre envíe más operarios a su mies. Todos somos responsables de que haya más personas consagradas, más sacerdotes, más hogares cristianos. Si pedimos con fe y confianza, Dios no dejará de enviar más vocaciones a su Iglesia, a la Orden de la Merced.

  • Sugerencias.

Preguntémonos: ¿He reflexionado sobre mi vocación cristiana? ¿He orado con frecuencia por esta necesidad imperiosa de la Iglesia y de la Orden de la Merced? ¿Me preocupa el problema de la falta de sacerdotes y apóstoles cristianos?

Voy a rezar todos los días por el aumento y perseverancia de las vocaciones mercedarias. 

Me voy a preocupar de ser un buen cristiano, imitando a San Pedro Nolasco en la entrega y la caridad.

Voy a ofrecer la santa comunión por las casas de formación de la Orden Mercedaria cada vez que comulgue un día jueves o en otra celebración eucarística.

 

Intención 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

DÍA 2.- MARÍA DE LA MERCED

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elección: Hch 1, 12-14. Jn 19, 25-27. Judit 15, 8-10.

 

Reflexión

  • La Virgen inspiró la fundación de la Familia Mercedaria.

Tanto la fundación como el crecimiento y supervivencia de la Orden Mercedaria se deben al amor maternal de Nuestra Madre. Ela inspiró esta obra de misericordia a San Pedro Nolasco, que al entregar el hábito blanco a los novicios les decía: “Recibe el hábito en honor a la pureza virginal de María”. El mismo nombre de esta familia religiosa y laical solamente se explica por el título de María de la Merced. Por eso, muchos autores mercedarios no cesan de aclamarla publicando sus virtudes y privilegios, pero sobre todo, llamándola con el filial título de “Nuestra Madre”. Este amor a este privilegio de tener a María por Madre lo hemos recibido de nuestro Padre San Pedro Nolasco. Él le infundió a la Orden este sello característico. Hoy también María de la Merced nos está protegiendo.

  • Los actos de amor a María de la Merced.

Al amor se responde con amor. A un gran amor de María por la Orden solamente corresponden actitudes de gratitud y reconocimiento. ¿Que podemos y debemos hacer nosotros por María? En primer lugar, tenerla como Modelo y Ejemplo de seguimiento a Cristo; en Ella debemos aprender a creer, a esperar y sobre todo a amar. Ella como cristiana perfecta nos enseña cómo debemos seguir a Cristo; con su Sí, acogida, su colaboración a la salvación a la salvación nos indica que no podemos desentendernos de la evangelización de nuestro mundo. “Hagan lo que Él les diga” nos dice María. Ella nos quiere conducir a Cristo. Luego, debemos amarla y honrarla con su dulce título de Madre de la Merced; recurrir a ella en nuestras necesidades, extender su culto y promover sus maravillas son una de las tantas formas de amar a Nuestra Madre. “Nada les agrade sin María, todo les agrade con María”.

  • La Virgen María en mi vida cristiana.

Preguntémonos: ¿Amo a María de la Merced siguiendo el ejemplo de San Pedro Nolasco y de sus hijos los mercedarios? ¿He aprendido a saludarla con el rezo del Rosario o de otra devoción mariana? ¿Me interesa la situación de los cristianos oprimidos por causa de su fe en Cristo? ¿Recurro a María en medio de mis dificultades? ¿Realizo mi vocación cristiana teniendo a María como modelo y ejemplo viviente del Evangelio? ¿He imitado la gran confianza y amor de San Pedro Nolasco por María de la Merced? Como mercedario o mercedaria, ¿en qué se nota un amor de predilección por la Madre de Jesús?

 

Intención 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

 

DÍA 3.- SERVIDOR DE LA IGLESIA

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elección: 1Co 12, 12-31. Lc 22, 24-30.

 

Reflexión

  • El duro camino de la Iglesia de Cristo.

En todo tiempo la Iglesia ha tenido la fuerza del Espíritu de Cristo, prometido por Él antes de volver a su Padre. Cuando todo parecía estar contra Cristo y su Iglesia han surgido estos hombres y mujeres que han dado todo por su fe. Los mártires, los grandes santos, los grandes pensadores, las comunidades religiosas, son las respuestas que el Espíritu Santo ha suscitado  para esos duros momentos. Uno de esos hombres admirables por su vida, por su entrega y por su amor ilimitado es San Pedro Nolasco. Este joven cristiano aprendió a amar a la Iglesia en aquellos hermanos cautivos, sufrientes, olvidados, disminuidos humanamente hablando. Allí está Nolasco haciéndose solidario con esta situación oprimente, degradante para la Iglesia de Cristo.

  • San Pedro Nolasco amó intensamente a la Iglesia.

San Pedro Nolasco no inició su obra por propio gusto ni para complacencia de su vanidad; él pensó en la Iglesia sufriente. Lo hizo por amor a Cristo, pero a través de sus hermanos cristianos. Él comprendió que en cada cristiano sufriente estaba Cristo sufriendo. San Pedro Nolasco entendió aquellas santas palabras de Cristo: “todo lo que hagan a estos mis pequeños hermanos, a mí me lo hacen”. Amó a la Iglesia porque todo bautizado es constituido miembro de la comunidad cristiana.

  • Validez del ejemplo de Nolasco hoy.

Preguntémonos: ¿Me interesa la situación de la Iglesia hoy, especialmente la situación de cristianos perseguidos, asesinados, cautivos? ¿Qué sé de la Iglesia del Silencio, aquella que sufre la persecución sin ser visibilizada? ¿Me preocupa que otros cristianos pierdan su fe a causa de una larga situación de tormentos y trabajos forzados? ¿No debería preocuparme por esa porción de la Iglesia que es silenciada, calumniada, perseguida?

¿He asumido mi trabajo apostólico como un servicio? ¿Qué lugar ocupan los pobres, los afligidos, los abandonados en mi vida cristiana? ¿Cómo podría imitar la actitud servidora de San Pedro Nolasco? ¿Creo que hoy también la Iglesia necesita grandes personas, santos, cristianos comprometidos como San Pedro Nolasco? 

 

Intención 

 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

DÍA 4.- DEFENSOR DE LA FE AMENAZADA

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elección: 1 Tim 4, 1-10. Mt 10, 16-22.

 

Reflexión

  • La posibilidad de abandonar la fe.

Hay peligros que atentan contra nuestra fe en Cristo. De ahí la tentación de abandonarla, debilitarla, esconderla. La fe puede perderse por nuestra propia culpa. Un cristiano que no alimenta su vida de fe, no se acerca a los sacramentos, no hace oración ni reflexiona el Evangelio, expone su fe. Ahora, si comprobamos la existencia de un ambiente hostil a la fe, un materialismo exagerado y un espíritu de indiferencia, la fidelidad cristiana cuesta mucho más.

Pero hay otras situaciones que implican un peligro mortífero para la fe cristiana. Es la situación de persecución religiosa donde el atropello a la dignidad humana, las torturas, encarcelamientos y todo tipo de asedio físico, psicológico y moral ponen al creyente en una dura situación de cautiverio, de negación real de su libertad religiosa. Muchos sucumben y apostatan de su fe, otros dan un heróico testimonio de fidelidad a Cristo y a la Iglesia. 

  • Actualidad de la obra redentora.

Hoy, como en tiempos de nuestro Padre Fundador, la fe está amenazada. Nuevas formas de cautividad se ciernen sobre los cristianos, más peligrosas porque son imperceptibles a simple vista. Se ataca la fe, se rechaza a Dios, se calumnia a la Iglesia, se persigue a los cristianos, se atropella al ser humano, se lo somete a una organización de la sociedad orientada por el ateísmo práctico. Hay violencia descargada contra todo el que piense con los criterios del evangelio. Es tan peligroso el asedio físico, el confinamiento y la condena a trabajos forzados, la tortura como el adormecimiento de la conciencia por un aparente “ambiente cristiano”, el materialismo absorbente, el ansia de tener ma´s cosas. Hoy también la fe está en peligro. ¿Qué hacer frente a este cuadro tan real de nuestro mundo?

  • Tarea del mercedario.

Tomar conciencia de los peligros a que está sometida la fe hoy es la tarea esencial para encontrar la respuesta adecuada. Volvemos nuestra mirada a San Pedro Nolasco y a la historia de la Orden de la Merced, y descubrimos que necesitamos mucha audacia. También nosotros debemos ser redentores. Lógicamente que la situación ha cambiado, pero el espíritu de Nolasco sigue latente. Necesitamos posesionarnos de lo verdaderamente mercedario para actuar allí donde la fe está más asediada, perseguida, debilitada. Será la asistencia a los cristianos perseguidos del mundo y contra las situaciones degradantes para la dignidad de la persona humana. Nuestra tarea y nuestro desafío son grandiosos. ¿Qué haría San Pedro Nolasco en mi situación?

 

Intención 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

 

DÍA 5.- EL AMOR EN GRADO HERÓICO

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elección: 1 Jn 3, 13-20. 1Co 13, 1-13. Mt 25, 31-40.

  • San Pedro Nolasco ejemplo de amor

Lo específicamente mercenario radica en esto: el mercedario está dispuesto a entregar su vida para rescatar a un cautivo que estaba en peligro de perder su fe. ¿De dónde procede este compromiso tan extremo? Naturalmente que lo recibimos de san Pedro Nolasco. El no quería reservar nada para sí; todo estaba al servicio de la fe, todo quería ser un gran acto de amor de Cristo.

Muchas veces Nuestro Padre estuvo en peligros. Ser redentor no era fácil, había que superar muchos escollos. El redentor tenía que ser un hombre de mucho temple, sacrificio y fortaleza. Pero, por sobre todo, era la fuerza del amor, de la caridad la que impulsaba a Nuestro Padre a poner todo al servicio de la redención del cautivo cristiano. ¿Podríamos comprender a San Pedro Nolasco sin esa increíble capacidad de amor que había en su corazón? Era la propia vida la que se ponía en juego para rescatar al cautivo.

  • La caridad mercedaria

San Pedro Nolasco fundó y organizó nuestra Familia Mercedaria para que testificara una caridad heróica. Cada mercedario estaría gozosamente dispuesto a dar la vida, si fuera necesario, por la defensa de la fe.Si aconteciere que el dinero se acaba y hay algún cautivo que está en peligro de sucumbir, el mercedario tendrá que quedarse en lugar de él como rehén. Si es necesario aceptar la muerte por causa de la fem el mercedario está pronto a acogerla por amor. El ejercicio de esta caridad ha llenado las páginas de la historia mercedaria de sangre de mártires, de ejemplos conmovedores, de heroísmo sin cuenta. 

  • La caridad en nuestra vida.

Preguntémonos: ¿Es la caridad cristiana el motor fundamental de mi vida? ¿He aceptado mi profesión, mi trabajo, mi apostolado como un testimonio de amor a Dios y al prójimo? ¿He reflexionado sobre el amor heróico en nuestro Padre San Pedro Nolasco? ¿Estaría dispuesto a ofrecer mi propia vida para defender la fe de otros?

La Familia Mercedaria tiene que cultivar las virtudes de su fundador. Tanto los religiosos, sacerdotes y laicos deben sentir el impulso de la caridad mercedaria. Fue esa misma caridad la que impulsó a los mercedarios a ser los primeros en la evangelización del Nuevo Mundo. Hoy también estamos llamados a testimoniar esa caridad de San Pedro Nolasco en nuestra propia situación. ¿Qué haremos para que esto sea real?

 

Intención 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

DÍA 6.- CRISTO REDENTOR

Oración Inicial

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elección: Flp 2, 2-11. Mc 10, 35-45.

 

Reflexión

  • La redención, punto central de nuestra fe.

Jesucristo nos ha redimido con su sangre, con su muerte de cruz. Es una verdad fundamental para el cristiano. En verdad, el acto redentor de Cristo ha venido a romper el cerco del pecado y de la muerte que envolvía al ser humano. Cristo tomó sobre sí nuestra deuda con Dios, la deuda que la humanidad arrastraba desde el primer ser humano. En efecto, con el pecado de Adán todos fuimos sumergidos en la esclavitud del Demonio. Nuestra meta era la condenación eterna, nuestra vida estaba bajo la amenaza de la muerte. Éramos una humanidad caída, pecadora.

A la luz de esta realidad triste podemos comprender el acto redentor de Cristo. Su sangre es el precio de nuestros pecados. De su sacrificio redentor surgió un ser humano nuevo y una nueva humanidad. Lo viejo ha pasado. El poder de Satanás ha sido vencido por Cristo.

  • El espíritu redentor.

San Pedro Nolasco legó a su familia mercedaria un gran amor a Cristo Redentor. Su obra en favor de los cautivos fue llamada “obra de redención”, y a los mercedarios de los llama “redentores”. Muchos santos mercedarios y autores de vida espiritual han dedicado largas meditaciones a la Pasión Muerte y Resurrección de Cristo.En su Cruz han encontrado una fuente de inspiración constante. 

La centralidad de la redención en la vida mercedaria brota de su ser mismo. Cuando el fraile redentor pone su propia vida como prenda de libertad para el cautivo cristiano está imitando a Cristo en forma tan cercana que ya no es posible más perfección de la caridad. Así como Cristo ha dado su vida, también el mercedario está dispuesto a dar la suya para que el cautivo no reniegue de su fe cristiana. 

Este espíritu redentor es el alma de la familia mercedaria. No hay amor más estupendo que llegar a dar la vida en aras de la fe. Todo lo que emprende el mercedario es bajo la mirada de la redención. Como otro Cristo, debe estar pronto a desarmar las cadenas que aprisionan al cristiano. Toda obra puede ser redentora, pero especialmente lo es el dar la vida por el cristiano cautivo. 

  • Cristo, modelo del mercedario.

San Pedro Nolasco realizó en su vida la más perfecta imitación y seguimiento de Cristo. A él le impresionó la situación del cautivo como a Cristo le impresionó la situación de la humanidad. Cristo visitó y rescató al ser humano que estaba bajo el poder del Demonio; San Pedro Nolasco visita y rescata al cautivo cristiano que estaba sometido por los de una fe distinta a la suya. Cristo se preocupó por el ser humano pecador, se interesó por los más humildes y despreciados de su tiempo; San Pedro Nolasco descubrió en la imagen miserable del cautivo un hermano, un rostro de Cristo sufriente. 

De aquella faceta extraordinaria de San Pedro Nolasco nosotros tenemos que extraer un profundo amor a la Pasión y Muerte de Cristo. Y, sobre todo, descubrir a Cristo en tantos rostros sufrientes de la sociedad de hoy, donde nuevas formas de cautividad ponen en peligro la fidelidad y, en muchas circunstancias, el nacimiento de la misma fe. 

 

Intención 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

DÍA 7.- UN HOMBRE DE ORACIÓN

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elección: 1Jn 5, 1-4. Lc 18, 1-8.

 

Reflexión

  • La experiencia de Dios.

Muchos cristianos no han comprendido que su visa tiene que estar marcada por la oración frecuente. Y, si nos remitimos al ejemplo de Jesús, comprobamos cuánto tiempo dedicaba el Señor a esta actividad del Espíritu.En efecto, Cristo se retiraba muchas veces a orar, a pesar de su incesante actividad apostólica. Pero más allá de esos momentos fuertes de oración, su vida concreta era una oración, porque orar no es otra cosa que mantener el diálogo amoroso con el Padre Santo. Jesús quería realizar la voluntad de su Padre en cada momento. Por eso su unión con Él era permanente. El trato con las personas no era obstáculo para su comunión íntima con su Padre Eterno.

La comunidad cristiana primitiva también vive en oración Está en oración mientras espera la Venida del Espíritu Santo. Los apóstoles oran cuando están en la cárcel; la comunidad ora por Pedro encarcelado. La oración es una característica esencial de la Iglesia. Todo cristiano debe orar y toda comunidad es comunidad orante. 

María también es modelo de oración. Está en oración cuando se le anuncia que será la Madre del Mesías. Su actitud completa es oración: ella meditaba y guardaba todas estas cosas en su corazón, nos dice el evangelio. Ella intercede con súplica confiada para que su Hijo haga el primer milagro. En suma, María es Virgen orante. 

  • El contenido de la oración.

Muchas veces no sabemos orar porque no sabemos pedir. Es como aquel que quiere conversar con una persona pero no sabe cómo hacerlo. Se nos imagina que Dios solamente comprende cosas aprendidas de memoria o fórmulas complicadas. Orar es conversar con el Señor, y Él acepta nuestro pobre diálogo con tal que lo hagamos con fe profunda.

¿Qué pediría San Pedro Nolasco en su oración? Naturalmente que podemos adivinarlo. Para una persona profundamente conocedora de la situación de sus hermanos cautivos, no podía sino pedir a Dios por ellos. Como era profundamente creyente su oración consistía en pedir luces de lo alto para ir en ayuda de esos pobres cautivos. En la oración Nuestro Padre fue descubriendo la misión a la que Dios le llamaba. 

Podemos pensar con toda razón que nuestro Padre debe haber implorado la intercesión de la Virgen María. Era muy común en la Edad Media poner la causa de los cautivos cristianos en manos de la Virgen. Por eso no nos extraña que recibiera del Cielo una señal tan clara como fue la visión de la Madre de Dios. 

  • La actualidad de la oración.

San Pedro Nolasco y toda la tradición de la Orden de la Merced nos muestran la validez de la oración, sobre todo de la oración mariana. No podía ser de otro modo: la envergadura de la obra redentora indica que no podría ser realizada sino por las almas profundamente creyentes. Los hijos heredan el testimonio de sus mayores. La Orden ha recibido de su santo fundador y de sus más preclaros frailes el testimonio de una vida de oración.

Nosotros somo responsables de este testimonio mercedario. Somos portadores de un elemento profundamente evangélico, transformador. Pertenecen al mercedario no solo las prácticas de piedad, sino el espíritu de oración: el rezo del santo rosario, el culto eucarístico, la devoción a Nuestra Madre, la buena celebración litúrgica. Somos comunidad orante, y por lo tanto, fermento transformador en el mundo de hoy.

 

Intención 

 

En un momento de silencio expresa la intención por la que estás rezando esta novena.

 

Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo para que, en medio de los peligros del mundo, camine hacia la Ciudad Futura donde Tú serás adorado y alabado por los siglos de los siglos. Amén.

 

Oración Final

 

Padre de nuestra familia, escucha la oración que te dirigen tus hijos mercedarios, y alcánzanos del Señor lo que te pedimos. Padre amante de María, enséñanos a descubrir en Ella el modelo perfecto de todo redimido por la muerte y resurrección de Jesucristo; enséñanos a amarla como todo hijo ama a su madre: en la imitación de sus virtudes. Padre amante de la Iglesia, conviértenos en fieles hijos suyos; apóyanos cuando caigamos, levántate cuando desfallezcamos. Padre de nuestra Familia Mercedaria, aumenta el número de los que quieran seguir tus huellas, en el servicio generoso de la caridad redentora, para que toda persona conozca por nuestro testimonio, el amor inmenso de Dios a la humanidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

 

 

DÍA 8.- FUNDADOR DE UNA FAMILIA ESPIRITUAL

 

Oración Inicial

 

Bondadoso Padre San Pedro Nolasco, mensajero fiel de la Santísima Trinidad, hijo predilecto de María de la Merced y Fundador de la Familia Mercedaria, dígnate concedernos la gracia de imitar tu ardiente amor a Dios y al prójimo, perseverar en el cumplimiento de los mandatos del Señor, defender y alimentar la fe en Cristo trabajando por la extensión del Reino de Dios. Concédenos amar la Iglesia, especialmente a los cristianos perseguidos. Padre amante, intercede por nosotros para que libres de los peligros del mundo alcancemos la vida eterna y glorificar a Dios eternamente. Amén.

Salutaciones a la Santísima Trinidad

 

Coro/C: Trinidad Santísima, te bendecimos porque te dignaste elegir a Pedro Nolasco, para hacerlo mensajero, ejecutor y fundador de esta familia redentora.

 

Todos (T): Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te alabamos porque manifestaste tu amorosa voluntad por medio de María Virgen para consuelo y alivio del mísero cautivo.

 

T: Gracias, Padre, por tantas maravillas.

 

C: Trinidad Santísima, te adoramos porque mostraste tu gran amor en el acto redentor de tu siervo Nolasco.

Textos a elecci&

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