Los colores rojo y amarillo abundaban en el templo catedral de Valparaíso en la Misa de consagración episcopal del mercedario Mario Salas Becerra. Cuando él mismo lo hizo notar, cientos de banderitas blancas con el escudo mercedario fueron levantadas por los asistentes.
Decenas de religiosos y religiosas, laicos y laicas integrantes de la familia mercedaria llegaron a acompañar a uno de los suyos llamado al episcopado. Vinieron también comunidades de Perú y Ecuador, además 6 superiores provinciales desde algunos países de América y Europa. Destacó la presencia del Padre General de la Orden, Osvaldo Vivar Martínez, O. de M., y del Arzobispo de Pamplona y Tudela, en España, el mercedario Florencio Roselló Avellanas, hecho obispo en enero de este año.
Varios obispos chilenos, sacerdotes, diáconos y religiosos concelebraron, mientras el templo acogió a cientos de integrantes de colegios mercedarios y comunidades parroquiales de la diócesis.
Rescatar a los cautivos
En su homilía el obispo de Valparaíso, Jorge Vega, svd, recordó el carisma de la Orden de la Merced destacando su dedicación a la liberación de cautivos. “Hoy, aunque no lo notemos, dijo el obispo, hay muchos cautivos en nuestro entorno cercano que necesitan ser rescatados. Me refiero a los cautivos de la droga y muy unido a la droga se encuentran los cautivos de las bandas criminales que en los últimos años han comenzado a azotar a nuestras ciudades. Estoy pensando en la trata de personas que tan solapadamente ocurre en nuestro país. Estoy pensando en los presos de las ideologías que están socavando los cimientos de la sociedad…”. Luego indicó al nuevo obispo: “Usted llega a esta iglesia particular como un enviado con tareas bien concretas: anunciar el evangelio de Jesús y liberar a los cautivos de esta generación”.
Al finalizar la ceremonia, Mario Salas agradeció nombrando a los presentes, especialmente extranjeros, a la diócesis que lo acoge, a su familia y afirmó que “este ministerio episcopal está orientado al servicio del pueblo de Dios como padre y pastor que, junto a mi hermano Jorge Vega, con la ayuda de Dios y asistidos por el Espíritu Santo, procuraremos servir de la mejor manera y hacer vida mi lema episcopal: ‘Misericordia quiero y no sacrificios’. Es lo que nos pide Jesús a todos: que nuestra iglesia sea reflejo de esa misericordia de Dios para los que más sufren”.
Su trayectoria
El nuevo obispo tiene 51 años, se tituló de Técnico Electromecánico, profesión que ejerció hasta 1996, al año siguiente ingresó a la Orden de la Merced. Estudió Filosofía en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago y Ciencias Religiosas en la Pontificia Universidad Católica de Chile donde recibió la Licenciatura. Luego obtuvo títulos de Pedagogía en Religión Básica, Diplomado en Acompañamiento Psicoespiritual en la Universidad Alberto Hurtado y Diplomado de Prevención de abusos eclesiales en la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Ordenado sacerdote en marzo del 2006 fue Vicerrector y encargado de pastoral de Colegios de la Orden, formador de postulantes y formador del Seminario Mercedario. En el año 2011 fue elegido consejero provincial. Del 2014 al 2018 fue Párroco de la Basílica de la Merced de Santiago y Asesor Nacional de la Pastoral Juvenil Mercedaria siendo también responsable vocacional de la provincia Mercedaria de Chile.
El 8 de enero 2019 fue nombrado Superior Provincial de la Provincia Mercedaria de Chile y Angola y renovado este servicio en 2023. Desde el 2018 integró el Consejo de Prevención de Abusos de la CONFERRE, y en el año 2021 fue elegido presidente de esa Conferencia.
Fuente: Roberto Urbina Avendaño, Revista Vida Nueva Digital.
