Familia Mercedaria:
Cada día estamos más cerca de la celebración jubilar de los ochocientos años del carisma de la Merced en la Iglesia y el mundo. En esta ocasión los trabajos de la Comisión han estado empapados por la gracia de la inminente beatificación de diecinueve mártires hermanos nuestros. En ellos nos miramos, pues son ejemplo de entrega redentora y de fortaleza en la fe en duros momentos, y a ellos les encomendamos nuestra vida y nuestros trabajos.
En este camino jubilar hacia el 2018, la Comisión se ha reunido en Roma, en la Curia General, los días 8 al 10 de octubre, para elegir la Oración jubilar. Al final, de las aportaciones recibidas se compondrá dicha oración dentro de los parámetros propios y más adecuados en forma, fondo y extensión. Queremos que esta oración nos sirva para prepararnos a esta fiesta jubilar juntos en oración, con María, Nuestra Madre de la Merced, y alabar así a Dios nuestro Padre en esta polifonía armónica del olivo de Nolasco. Os animamos y exhortamos a que todos los días y en todas las comunidades mercedarias se ore con ella. Ojalá esta oración se convierta en un eco constante de alabanza y súplica de toda la Familia Mercedaria en este camino jubilar.
También, desde esta Comisión, os invitamos a la participación en el concurso del Himno jubilar. Hemos elaborado las bases (próximamente encontrarán publicadas en este sitio web). Os animamos encarecidamente a participar, a compartir y a poner en rendimiento generoso vuestra mejor creatividad. Gracias a Dios, talentos no nos faltan. Quizás el ingenio, “esa nota escondida en el arpa”, como diría Bécquer, espera la “mano de nieve” del entusiasmo “que sepa arrancarla”. Haced extensible, de igual modo, este entusiasmo de participación y creatividad a todos los jóvenes y a todos aquellos que posean este don artístico.
Pensamos que estos signos, el Logo, la Oración jubilar y ahora el nuevo concurso para elegir el Himno del jubileo son unos instrumentos valiosos para unirnos como Merced e identificarnos como Familia gozosa que celebra, en renovada entrega, su misión redentora en nuestra Iglesia y nuestra sociedad.
Con especial devoción y gozo imploramos la protección de la Familia Mercedaria a estos nuevos beatos mártires mercedarios. Que ellos sean un estímulo para renovar nuestra consagración y se conviertan en la tan deseada y suplicada semilla vocacional mercedaria. Nos felicitamos todos por este feliz acontecimiento.
Bajo el amparo de Nuestra Madre de la Merced y la presencia constante de san Pedro Nolasco entre los cautivos, os deseamos un fructuoso adviento y unas gozosas fiestas del nacimiento de Nuestro Redentor.
La Comisión Preparatoria para el Jubileo 2018.