El Siervo de Dios Inocencio López Santamaría, religioso de la Orden de la Merced y obispo prelado de Bom Jesus de Gurgueia, dejó una profunda huella en la historia de la Iglesia. Nacido el 28 de diciembre de 1874 en Sotovellanos (Burgos), ingresó en la Orden de la Merced en 1890 y fue ordenado sacerdote en 1897, iniciando un camino de entrega y servicio.
Ejerció la máxima autoridad en la Orden primero como vicario general (1914-1919) y luego como maestro general (1919-1925). Durante su gobierno, aceptó en nombre de la Orden la misión de Piauí, en Brasil, fortaleciendo la presencia mercedaria en tierras de misión. Su labor evangelizadora y pastoral fue reconocida por el papa Pío XI, quien lo nombró obispo en 1930.
Como pastor, recorrió incansablemente su vasto territorio a lomos de animales, llevando esperanza y la Palabra de Dios a los fieles. Se destacó por su preocupación por la formación del clero y el fomento de las vocaciones. Junto a la madre Lucía Etchepare, fundó en 1938 la congregación de las Hermanas Mercedarias Misioneras de Brasil.
Falleció el 9 de marzo de 1958 en Salvador de Bahía y fue sepultado en la catedral de San Ramón Nonato. Su causa de beatificación fue abierta el 20 de diciembre de 2016, reconociendo su testimonio de santidad y su entrega misionera. En esa fecha (9/03), la familia mercedaria lo recuerda con gratitud, pidiendo su intercesión y confiando en su ejemplo de fe y servicio.
Fuente: Secretaría Pastoral Provincia Mercedaria de Chile.