Resplandece en los 19 religiosos mercedarios de la Provincia de Aragón, España, el amor a Cristo, la práctica del Cuarto Voto de Redención, su fortaleza para afrontar los peligros, su capacidad de perdón hacia sus enemigos y verdugos y su valentía y generosidad.
P. TOMÁS CARBONELL MIQUEL
El orador sagrado
Jijona (Alicante) fue la patria chica del padre Tomás Carbonell, que nació́ el 20 de diciembre de 1888. Huérfano muy pronto de padre y madre, quedó el niño Tomás bajo la tutela de su tío, don Antonio Carbonell. La familia Carbonell- Miquel tenía, por los tiempos de la niñez de nuestro biografiado, algún miembro afincado en la ciudad de Málaga; y a la capital malacitana fue trasladado Tomás, que ingresó en el Seminario diocesano de dicha ciudad (en el que cursó Latinidad y Filosofía) y conoció́ a las Madres Mercedarias del barrio del Molinillo.
Las religiosas mercedarias hablaron al joven Tomás Carbonell de los padres Mercedarios de la Provincia de Aragón, y a los 19 años de su edad, el apuesto e inteligente seminarista diocesano solicitó el ingreso en la Orden de Ntra. Sra. de la Merced. Tomó el hábito de dicha Orden, el 20 de diciembre de 1907, en el convento de El Olivar (Teruel), en el que profesó el 10 de agosto del año siguiente. Cursó los estudios teológicos en el convento- colegio de Lérida; y en Lérida fue ordenado de presbítero, el 23 de junio de 1912, cantando allí mismo su primera misa, el día 30 de dicho mes de junio.
Destinado inmediatamente a las tareas docentes en el colegio de la ciudad del Segre, se reveló como gran pedagogo y hábil educador de juventudes. Al mismo tiempo que hacía de profesor en el colegio de Lérida, consiguió́ el título de Maestro Nacional; y allí́ permaneció́, en el ejercicio de la docencia, hasta su traslado al monasterio de El Puig (de la Vice-Provincia de Valencia) dispuesto por el Rvdmo. Padre Maestro General, el 23 de enero de 1922. Desempeñó́, después, los cargos de: Superior del monasterio
de El Puig, Director del Reformatorio de Menores de Godella (en el que fundó́ el boletín Nuestra Colonia) y Provincial de Aragón (desde 1932 hasta el día de su muerte). A él se debió́ la fundación, en 1933, del Colegio San Pedro Nolasco de Benicalap (Valencia), para la formación de los estudiantes profesos de su Provincia.
El 18 de julio de 1936 llegó el padre Tomás Carbonell a Lérida para visitar a los religiosos de aquella comunidad. Y el día 25 de los dichos mes y año unas balas asesinas le arrancaron la vida sobre las escaleras de la Catedral, después de haber proclamado serenamente su condición de sacerdote y de mercedario, en el último de sus diálogos sobre la tierra que se desarrolló en estos términos, en el momento de su detención:
Unos milicianos: «¿ Es usted algún familiar de la casa(en la que se había refugiado)? »
El padre Carbonell: «No, señores; soy un sacerdote de Jijona y Provincial de los padres Mercedarios.»
Un miliciano: «¡Ah! ¿Con que cura y fraile? No hemos perdido el viaje. Vente con nosotros.»
Y partió́ ... para la eternidad.
El padre Carbonell fue un predicador infatigable de la palabra de Dios. Sus excepcionales dotes oratorias le habían granjeado el favor del público y la solidez evangélica de sus sermones, pláticas y Ejercicios Espirituales le conquistó el aprecio y el respeto de la clerecía. Dos grandes amores llenaban su corazón y afluían a sus labios cuando abría la boca:
el amor a Jesús Sacramentado y el amor a Santa María. Debido a los más frecuentes temas de su predicación y a la fuente bíblica de argumentos por él más usada, era conocido en Valencia como «el predicador de la Caridad y el enamorado de la Eucaristía y del evangelista Juan».
Fuente: “19 Palmas Mercedarias. Mártires de la Merced de Aragón en 1936”, Edición abril 2013.