A nuestros estimados hermanos de la Orden de La Merced
y Familia Mercedaria:
Ya estamos pisando los umbrales de los ochocientos años de nuestra fundación; las ilusiones que veníamos trayendo desde hace algunos años atrás ya comienzan a florecer; los proyectos van madurando en primorosas realidades. Y es que vamos a empezar nuestras celebraciones jubilares este próximo 17 de enero de 2015, a los 780 años de haber recibido la Confirmación Pontificia de nuestra Orden. Como lo indicaba nuestro último Capítulo General celebrado,
- el primer año, 2015, lo dedicaremos al Patriarca, el servidor bueno y fiel, san Pedro Nolasco;
- el segundo año, 2016, lo dedicaremos a nuestra santísima Madre de la Merced;
- el tercer año, 2017, lo consagraremos a Cristo Redentor,
para finalizar el año 2018 con las celebraciones jubilares en diversas ciudades donde nos encontramos presentes y que han sido fundamentales para la propagación de nuestro Carisma Redentor: Roma, Barcelona y Lima.
Hace ya un siglo atrás, Benedicto XV nos expresaba “Pudiendo decirse con verdad de nuestro Instituto Maiorem caritatem nemo habet, ut animam suam ponat quis pro amicis suis – Nadie tiene mayor caridad que el que da la vida por sus amigos. Que nunca os apartásteis de este intento mientras duró aquel vergonzoso estado de esclavitud, lo demuestra claramente la historia, que ha inmortalizado la memoria de muchos de vuestros religiosos”. Aquel aserto del Pontífice, la Orden lo ha seguido realizando en estos últimos cien años. Prontos a cumplirse los 800 años, podemos afirmar que este carisma ha encontrado causes actuales y comprometidos. Podemos constatar que los mercedarios nos encontramos a gusto con los pobres y los marginados; sean presos, inmigrantes, niños desfavorecidos, mujeres maltratadas, entre otras realidades que atentan contra nuestra fe.
Con enorme satisfacción hemos comprobado que en la Orden hay ilusión por el octavo centenario. Los asistentes hemos traído un gran acervo de iniciativas, proyectos en diferentes formas: de programas festivos, culturales, religiosos, vocacionales; de publicaciones, exposiciones, congresos, peregrinaciones y procesiones. Nos ha sorprendido la rica, variada y numerosa participación para el concurso del himno del octavo centenario. Diecisiete compositores han aportado un florilegio de letras y música referentes a nuestro aniversario fundacional; todas ellas muy estimables pero que forzosamente teníamos que ceñirnos a una, la cual hemos presentado al Maestro General.
Los invitamos a que se aúnan a este sentimiento de alegría y jubilo, no sólo a razón de iniciar las celebraciones de nuestro octavo centenario, sino sobre todo porque somos depositarios de un carisma siempre vivo e inmarcesible. Que la alegría de nuestra consagración religiosa mercedaria sea un clarísimo signo ante los demás de la presencia del espíritu, siempre actual, de nuestro Padre san Pedro Nolasco.
El P. Maestro General y los Religiosos Delegados de la Comisión preparatoria del Jubileo 2018, nos despedimos de cada uno de ustedes por medio de la “Oración jubilar”.
LA MERCED: 800 AÑOS
Madre de la Merced,
que suscitaste en tu servidor Pedro Nolasco
el deseo de imitar a Cristo Redentor,
poniendo su vida al servicio de los más pobres
de entre los pobres, los cautivos;
al prepararnos a celebrar el Jubileo mercedario,
te pedimos que eleves nuestras oraciones al Padre,
fuente de misericordia,
para que seamos capaces de contemplar
la faz de tu Hijo en el rostro de los cautivos de hoy
y ofrezcamos, alegremente, llenos del Espíritu Santo,
nuestras vidas como moneda de rescate
por nuestros hermanos
que viven privados de libertad y sin esperanza
en las nuevas periferias de la cautividad.
Amén.