Comenzamos con Domingo de Ramos donde Jesús entra a la ciudad de Jerusalén, que era la ciudad más importante y la capital de su nación, mucha gente lo acompañó y recibieron como a un rey con palmas y ramos gritándole “Hosanna” que significa “Viva”. La gente de la ciudad preguntaba ¿quién es éste? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. Iniciamos el Triduo Pascual con Jueves Santo y la Eucaristía donde revivimos la última Cena, se celebra la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio.
El Jueves Santo, en la comunidad de Chillán, en un acto de servicio y humildad, el Padre Jaime Nawrath lavó los pies a niños que se están preparando para su primera comunión.
El día viernes se inició con un retiro espiritual durante la mañana, para seguir en la tarde, reviviendo la pasión y muerte de Jesús con: la Lectura de la Pasión y la Adoración de la Cruz. Cientos de fieles se acercaron hasta el altar para besar los pies de Jesús crucificado, para terminar con el Vía Crucis.
El sábado Santo por la mañana hubo retiro espiritual para los jóvenes y confesiones en el Templo Parroquial. Por la noche en la Vigilia Pascual se revivió la Resurrección de Jesús con la Bendición del Fuego y del Cirio Pascual, Lecturas de la Salvación, Bendición del agua Bautismal y la Celebración de la Eucaristía.
En su homilía el Padre Jaime Nawrath Ríos, invitó a reflexionar en los misterios de la pasión y muerte de Jesús, y dejarnos guiar por el Espíritu Santo para acompañarlo con nuestras oraciones, sacrificios y arrepentimientos de nuestras faltas y pecados y así resucitar con Cristo el día de Pascua, también, invitó a vivir la vida del resucitado en el amor y en cercanía con los más necesitados.
El párroco termino deseando una feliz Pascua de Resurrección, dando gracias al comité organizador y a todas las personas que lo acompañaron en las actividades de Semana Santa.
Fuente: Alejandro Oyarzún, parroquia Nuestra Señora de la Merced, Chillán.
