“Cristo es el centro de mi vida. Para mí es una alegría el ser mercedaria, es una alegría ser cristiana y muy feliz de encontrarme con mis hermanas y hermanos de las Fraternidades Laicales”, Angélica García.
En este ambiente de alegría y fraternidad, bajo una fina llovizna, se vivió este sábado la peregrinación de las FLM de la zona centro al sector de El Totoral, momento en que se realizó una peregrinación hasta la capilla del sector, rezando el Rosario y con la imagen de san Pedro Nolasco llevada en andas por integrantes de las Fraternidades Laicales Mercedarias. Posteriormente se celebró la eucaristía que presidió el superior provincial, fray Ricardo Morales Galindo y concelebró el p. Mario Salas, asesor de la fraternidad de la Basílica de La Merced de Santiago.
En su homilía el p. Ricardo invitó a las diferentes comunidades presentes a tener como modelo a san Pedro Nolasco, hombre libre y liberador, quien vivió la caridad ofreciendo su propia vida por la libertad de otros. Recordó además que María de la Merced fue siempre su compañera en esta misión, como madre siempre es la que acompaña, anima, sostiene y levanta, especialmente en los momentos de mayor dificultad, que así lo hizo con san pedro Nolasco y lo hace con nosotros.
En este año que estamos dedicando a San Pedro Nolasco, el p. Ricardo recordó que llamamos padre a san Pedro Nolasco porque en él vemos un modelo concreto de seguimiento a Jesús.
Posteriormente las delegaciones se dirigieron a un Centro de Eventos del sector para compartir los alimentos en un ambiente de fraternidad y hermandad mercedaria. En la tarde se vivió un momento de alegres dinámicas y luego el regreso de las comunidades a sus lugares de origen.
Paulina de la Carrera, directora de las FLM, se mostró muy alegre “por haber podido realizar esta peregrinación, ya que hemos podido dar gracias por el año dedicado a nuestro padre fundador. Acá se hizo presente, pese al clima, el espíritu mercedario de alegría y hermandad”.
Participaron de este encuentro las FLM de las zonas: Redentora de Cautivos, Santa María de Cervellón y San Ramón Nonato procedentes de Chimbarongo, Rancagua, Melipilla, San Felipe, Quillota, Valparaíso, El Salto, CSPN, Basílica de la Merced de Santiago y por supuesto la compañía de los dueños de casa la fraternidad de El Totoral.