La familia mercedaria celebró este viernes 15 de enero la profesión de Votos Solemnes de Fray Carlos Ortega Sepúlveda en la Basílica de la Merced en Santiago.
La eucaristía fue presidida por el Superior Provincial, fray Ricardo Morales Galindo y concelebrada por el Maestro de Estudiantes, Fray Mario Salas y el consejero de la Provincia, Fray Carlos Espinoza y acompañado por religiosos mercedarios, sacerdotes diocesanos y de congregaciones y diáconos en tránsito. Fray Carlos estuvo acompañado por familiares, amigos, integrantes de comunidades mercedarias, de la Pastoral Juvenil Mercedaria y de las Fraternidades Laicales Mercedarias.
En la solemne celebración, Fray Mario Salas presentó a Fray Carlos ante el Superior Provincial. Ante las preguntas en el Rito de Profesión los sucesivos: “Sí, quiero”, fueron ratificando el deseo profundo de hacer vida para siempre su vocación redentora. Así, Fray Carlos profesó ante Dios y la comunidad los Votos Solemnes de pobreza, obediencia y castidad y el cuarto voto de Redención, propio de los mercedarios: "prometemos dar la vida como Cristo la dio por nosotros, si fuese necesario, para salvar a los cristianos que se encuentran en extremo peligro de perder su fe, en las nuevas formas de cautividad (COM, 14)".
En su homilía, fray Ricardo Morales, reflexionó a partir del hecho de ser testigos de tres hechos: la elección y llamada de Dios, testigos de lo que una comunidad de religiosos está llamada a ser y lo que lo que implica ser religiosos y específicamente religiosos mercedarios.
Señaló el padre Ricardo que “Dios siempre llama a sus hijos y continúa haciéndolo, pues la vocación que nos regala en el bautismo se despliega por obra de la gracia siempre pidiendo crecer. Esta llamada, prosiguió, no es por nuestros méritos, sino por su amor”.
El padre provincial recalcó que somos testigos de que esta llamada a Carlos no es en solitario, es en comunidad. “En un mundo dividido y fragmentado, donde el diálogo no se encuentra, estás llamado a ser testigo de comunión en esta comunidad de religiosos mercedarios que quieren seguir a Cristo. Y en comunidad, ser testigo de que es posible la comunión, es posible entenderse dentro de la diversidad de caracteres, pues como San Pablo nos ha recordado, es el amor el ceñidor de la unidad”.
Finalmente, Fray Ricardo Morales recordó lo que es ser un religioso, “somos testigos de lo que es un religioso, un hombre que se percibe servidor de los demás, jamás dominador sobre otros, siervo de los cautivos y no un carcelero de estos. Cuantas veces nos olvidamos de esto. Cuántas veces nos sentimos dueños del regalo que Dios nos ha hecho. Con tristeza como Iglesia hemos descubierto qué consecuencias trae venir a la vida religiosa a servirse, a dar satisfacción a los intereses mezquinos del corazón. Nuestra vida Carlos es testimonio redentor, porque es ofrenda, entrega, darse sin esperar nada a cambio, solo el imitar a Cristo que nos enseñó lo que significa dar”, finalizó el Superior Provincial.
Fray Carlos Ortega recibió el libro de las oraciones y las Constituciones de la Orden de la Merced, ratificando el padre provincial que fray Carlos Ortega es miembro de la Orden de la Merced, momento en que un gran aplauso inundo cada espacio de la Basílica.
Fray Carlos Ortega, al finalizar la eucaristía, agradeció a Dios por la vocación que le ha regalado para poder responder con alegría y fidelidad este llamado. Agradeció a los presentes el acompañamiento durante sus años de formación, a quienes se trasladaron largos trayectos, a quienes desde sus hogares acompañaron con la oración este día y a quienes desde el cielo se regocijan con este momento. A la Orden de la Merced y a la Provincia dedicó palabras, “gracias por acogerme, por darme la posibilidad de consagrarme a Dios y realizar mi camino junto a ustedes. De poder ser parte de sus alegrías, esperanzas y desafíos”.
Posteriormente los asistentes participaron de un compartir fraterno en los jardines de la Basílica.