Pedro Pascual nació en Valencia, España, hacia el 1227. Ingresó a la Orden una vez que fue ordenado sacerdote en el 1249. Se dedicó con esmero a la redención de los cautivos cristianos. Se preparación intelectual la concluyó en Paris y ha quedado de manifiesto en sus obras escritas.
Fue elegido obispo de Jaén, España, capturado por los musulmanes y llevado al cautiverio durante el cual escribió obras teológicas para defender la fe cristiana amenazada. Murió decapitado en Granada el 6 de diciembre de 1300.
A este sabio doctor mercedario le cabe el honor de haber defendido públicamente en París y en su escrito Vida de Lázaro, la Inmaculada Concepción de la Virgen María antes que ningún teólogo de occidente, en 1295. San Pedro Pascual ofrece un sólido testimonio de la convicción cierta de la Orden acerca de este privilegio mariano, hoy verdad de fe, gracias a Dios.
Sus escritos constituyen un valioso legado de la Orden de la Merced. Algunos escritores mercedarios, como Manuel Mariano Ribera (1720), Juan Interián de Ayala (1721), y Pedro Armengol Valenzuela (1901), han defendido el estado religioso y la profesión mercedaria de este ilustre obispo de Jaén. Recogieron y publicaron sus obras los padres Bartolomé de Anento, 1676, y Pedro A. Valenzuela, 1905-1908.