En esta hermosa celebración, de inicio de Cuaresma, en su homilía el Padre Jaime Nawrath, nos invita a reconocer lo frágil que somos como seres humanos, a reconocernos pecadores y preguntarnos ¿Cómo vivimos nuestra vida Cristiana? Nos invita a resucitar a una nueva vida, como unos nuevos cristianos, a través de la Conversión. La Cuaresma es el tiempo adecuado para entrar en disposición de un nuevo comienzo y empezar de nuevo.
Estas cenizas nos recuerdan lo que somos, frágiles y muchas veces sometidos al pecado.
Miércoles de cenizas nos recuerda nuestra condición, que somos hechura de Dios, que si somos frágiles, somos amados por Dios e invitados por el Señor.
Escuchar la palabra de Dios, la Oración, el Ayuno y practicar las Obras de Misericordia son los cuatros elementos fundamentales para que podamos vivir plenamente nuestra cuaresma y compromiso con Dios.
En esta oportunidad, se celebró el tradicional rito de imposición de la ceniza, que fue recibida con humildad por los fieles. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la frente de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
Acojamos esta invitación, en Cuaresma de vivir y acentuar nuestro compromiso cristiano, que dan sentido a la vida cristiana, a ejemplo de Jesús”.
Parroquia Nuestra Señora de la Merced de Chillán.
Alejandro Oyarzun Rodríguez.